En psicología, la palabra aptitud refiere a las características psicológicas que permiten pronosticar diferencias interindividuales en las situaciones futuras de aprendizaje. El concepto tiene su origen en el latín (aptus significa “capaz para”).
Cabe diferenciar entre del uso del termino en el lenguaje coloquial y en la psicología. En el habla común, la aptitud hace referencia a la capacidad de una persona para realizar una tarea en forma correcta. En psicología, en cambio, el término abarca tanto las capacidades cognitivas como las características emocionales y de la personalidad. De esta forma, la aptitud está vinculada con la inteligencia y con las habilidades innatas y adquiridas tras un proceso de aprendizaje.
Las aptitudes aparecen vinculadas con una amplia variedad de capacidades competenciales, a su vez relacionadas con diversas habilidades lógico-matemáticas. Así, la aptitud puede pertenecer al razonamiento lógico, al razonamiento abstracto, a la comprensión verbal y expresión escrita, a la destreza manual, a la inventiva, a la capacidad analítica, a la habilidad corporal o al razonamiento inductivo, por ejemplo.
Por otra parte, la aptitud es un concepto de la biología que es utilizado en la teoría de la evolución. La palabra permite describir la capacidad para reproducirse de un individuo con un cierto genotipo. La aptitud suele ser igual a la proporción de los genes del individuo en los genes totales de la siguiente generación. Cuando existen diferencias entre los distintos genotipos que afectan la aptitud, las frecuencias de los genotipos comienzan a variar a lo largo de las generaciones, en un proceso conocido como selección natural.
- Definiciones relacionadas:
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- Definición de genética
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- Definición de talento
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