El cuerpo humano es muy
adaptable. Dentro de sus limitaciones, tiene la capacidad para
adaptarse gradualmente, y a veces, con rapidez, para ajustarse a los
esfuerzos impuestos sobre él. Esta adaptación progresiva al esfuerzo
del trabajo muscular, da como resultado un incremento de la
habilidad para efectuar una actividad muscular.
Si de alguna forma se ha valorado que muchas de sus
molestias provienen de la columna vertebral y de los discos
intervertebrales, entonces Ud. puede trabajar por sí solo poniendo
su columna, los discos, los músculos y los ligamentos nuevamente en
forma. También puede conseguir que los dolores no aparezcan
más.
Mediante la práctica de ejercicios puede
conseguirse una mejoría, sin embargo, hay que reconocer que los años
no pasan sin que se presente el fenómeno del desgaste y deterioro, y
que, finalmente, con todos los avances de la medicina no se puede
cambiar la columna por una más joven y mejor. Ello no significa que
deba resignarse, sino simplemente que debe comprender que el
envejecimiento es una fase de la evolución normal de la
vida.Adaptarse a ello resulta más fácil para unos que para
otros.
El dolor de espalda aparece, en la mayoría de los
casos, como el resultado de una falta de equilibrio y coordinación
entre la fuerza y la flexibilidad mostrada por los músculos de
la parte dorsal del tronco y la exhibida por la parte anterior,
abdominal, en el momento de elevar un peso, de mantener una posición
incorrecta o, simplemente, como consecuencia de una sobrecarga de
tipo mecánico.
Los individuos dotados de más proporción de fibras
de contracción rápida, que muestran una gran fuerza y una gran
potencia muscular pero se cansan pronto, son especialmente
vulnerables y propensos a este tipo de molestias cuando realizan
repetidamente movimientos de elevar pesos o cargas.
Para prevenir este tipo de molestias o limitaciones
es fundamental ejercitar regularmente los músculos de la columna y
del dorso, ya que su función principal es la de mantener una
correcta posición corporal y participar de una manera muy activa en
el control de los movimientos, de caracter excéntrico, del tronco
sobre la pelvis. A causa de las características dinámicas de este
tipo de movimientos no es extraño que la lumbalgia y, en general,
las molestias de los músculos relacionados con la columna vertebral,
aparezcan con especial frecuencia en las personas con sobrepeso y/o
en baja forma física.
Si se utiliza una "faja" el dolor de espalda
disminuirá, pero a su vez atrofia la musculatura; por eso es
necesario hacer ejercicio, de manera que los músculos, fortalecidos
y tonificados, constituyan una verdadera y permanente faja
funcional.
Con el fin de combatir y aliviar los dolores o
molestias que aparezcan en la parte alta y baja de la columna
vertebral, es necesario combinar ejercicios de flexibilidad y de
fuerza. Mejorar la condición física en general constituye una medida
positiva para prevenir o combatir este tipo de molestias, pero
conviene evitar un cierto tipo de ejercicios como la carrera, la
danza de elevada intensidad, el basquet, el tenis ..., ( ver
Prevención del dolor de Espalda en los Deportes ) ya que
comportan el impacto de importantes fuerzas de compresión sobre la
columna vertebral, lo cual contribuirá a precipitar el empeoramiento
de los problemas ya existentes. En cualquier caso, es necesario
consultar a su médico antes de iniciar cualquier tipo de
ejercicio con el fin de valorar adecuadamente la situación y
detectar la existencia de posibles lesiones o alteraciones más
importantes.
La práctica de ejercicios de estiramiento, además
de mejorar directamente el funcionamiento del sistema
múscilo-esquelético del organismo, también previene los dolores de
espalda. La capacidad preventiva de estos ejercicios es evidente.
Con la práctica, los ejercicios suaves de estiramiento alivian los
músculos, tendones y articulaciones doloridos, tanto en general como
individualmente, zona por zona. La mayor parte de los dolores de
espalda es consecuencia de la acción desequilibrada de los músculos
sobre el tronco, la cabeza, los hombros, la pelvis y los
muslos.
La Rehabilitación del sistema
locomotor se está considerando actualmente en la norma del cuidado
de los trastornos neuromusculoesqueléticos y es por ello que
cuidelaespalda.com haya considerado poner énfasis en el ejercicio
activo como justificación para conseguir un control activo normal
del movimiento así como de las estructuras que se mueven
pasivamente, tales como las articulaciones, los ligamentos, las
aponeurosis y los tendones ya que con frecuencia desempeñan una
función clave en la recuperación. Para conseguir tal objetivo se han
diseñado varios grupos de ejercicios.
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